tag:blogger.com,1999:blog-55244353651107913762024-03-12T21:16:05.126-07:00Historias NatsukiNatsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.comBlogger14125tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-79588005655438166582011-08-03T09:47:00.000-07:002014-07-17T14:17:30.403-07:00Capitulo 10: Parte 2.<div class="MsoNormal">
<i><span class="Apple-style-span" style="color: red;">NOTA: Comentad que os parece, sed sinceros. Tengo mis dudas sobre esta segunda parte del capítulo y me gustaría saber vuestra opinión. Gracias ^^</span></i></div>
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El resto de mañana fue pura monotonía, los profesores, uno tras otro, hablaban sobre la planificación del curso, lo mucho que repercutirían nuestras acciones en el futuro y cuánto tendríamos que sudar para ganarnos el aprobado, así que harto de escuchar lo mismo, me puse a pensar.</div>
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Me alegré de descubrir que el Islam, permitía posponer el rezo si una razón de peso lo requería. Nada más llegar a casa, recuperaría el tiempo de oración perdido. Al parecer, no faltaba mucho para eso pues cuando quise darme cuenta, estaba andando hacia la salida con los demás y la mañana se había esfumado.</div>
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- Qué pereza me da empezar otro curso, odio que el verano se pase tan rápido-Naima puso cara de drama- siempre están exigiendo y mis neuronas no trabajan bien bajo presión.</div>
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- Ah, ¿pero es que trabajan alguna vez?-Andrei fue golpeado por Naima a causa del comentario.</div>
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<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Forcejearon y bromearon con complicidad. Gabriel puso mala cara y emitió una especie de gruñido de fastidio.</div>
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El recinto del colegio iba quedando atrás mientras hablábamos. No estaba muy lejos del centro, tan solo había que cruzar un par de semáforos y subir una avenida, aunque solíamos atajar por un pequeño parque, sencillo pero bello y de frondosa vegetación. En el corazón de él, una fuente de mármol con forma de sirena,en cuyas manos sostenía un arpa dorada, le daba un toque único.</div>
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De repente la vi, sentada en la fuente. No podía dejar de mirarla. Debía tener alrededor de catorce años, su pelo negro como el azabache, hacía contraste con su delicada y blanca piel. Sus ojos de un inmaculado azul celeste me miraban y sus finos labios, construían una preciosa sonrisa. Apartó la vista y llamó a su perro, Apolo. Hasta su voz era dulce y suave. Me había quedado completamente absorto mirándola- Era la chica más guapa que había visto en mi vida. Su belleza era sutil, hipnótica. Había algo diferente en ella que me encantaba.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tropecé y a punto estuve de caer al suelo si no fuese porque Andrei me agarró.</div>
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- Parece que hubieras visto un ángel, despierta. Date prisa o vamos a llegar tarde a la comida</div>
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Muy a mi pesar tenía razón, así que me resigné a marcharme, sabiendo que esa chica estaría por mucho tiempo en mis pensamientos y que haría lo imposible, porque ese fugaz encuentro se repitiese.</div>
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El resto del camino estuve completamente en silencio, solo podía preguntarme una y otra vez cuál sería su nombre, cómo la volvería a ver. Comí sin muchas ganas y me fui a la sala de televisión para distraerme un rato. Todos estaban allí.</div>
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-Hola chicos- saludé- ¿Tenéis alguna idea sobre qué hacer para matar el aburrimiento? El día se me hace cada vez más eterno y aún queda la tarde.</div>
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- No te preocupes, en cuanto llevemos un mes de clase no creo que te quede mucho tiempo de aburrirte.</div>
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El gran optimista Andrei, había entrado en acción.</div>
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- Si quieres puedo dejarte un libro, tengo unos cuantos que seguro que te encantarán-se ofreció Gabriel. </div>
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- De acuerdo, vamos arriba.</div>
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- Bueno, Andrei y yo nos vamos a dar un paseo, nos vemos luego- dijo Naima antes de que ambos saliesen de la habitación.</div>
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Dejamos a Addae y Noelia tocando la guitarra y subimos a nuestra habitación.</div>
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A Gabriel le encantaba leer, tenía decenas de libros, en su estantería. Buscó con la mirada algunos libros y los sacó.</div>
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- Aquí tienes, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Memorias de Idhún, El viejo y el mar, Vampiratas, Las Lágrimas de Shiva.</i> Con estos tienes para una buena temporada, espero que te gusten. Si hay algo que no entiendes bien de las historias o si quieres comentar algún libro, dímelo.</div>
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- Muchas gracias Gabi, ahora mismo me pondré a leer. Creo que empezare con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Memorias de Idhún, La Resistencia.</i></div>
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Me tumbé en la cama a leer, devoraba las páginas con ansia, aquél libro enganchaba de verdad. Tanto leí que perdí la noción del tiempo y en algún momento de la lectura se me cerraron los ojos.</div>
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Desperté. “¿Cuánto he dormido?”, pensé. Me levanté a mirar el reloj, había dormido casi dos horas, eran las ocho. Cuando me giré, me di cuenta de que Gabi había vuelto, estaba de lado sobre la cama y dormía profundamente. Iba a salir, cuando reparé en que había algo tirado en el suelo, al pie de la cama, un libro con la portada de cuero. Me agaché para recogerlo, estaba escrito a mano. La caligrafía era tan clara y elegante que no pude evitar leerlo. Cuando me di cuenta de que era un diario, me arrepentí, era algo personal que no sabía de Gabriel y que probablemente no quería que supiera.</div>
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<i style="mso-bidi-font-style: normal;">15 de septiembre.<o:p></o:p></i></div>
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<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tengo hoy la necesidad de plasmar en estas hojas mi angustia, hoy se ha roto un pedacito de mi corazón.<o:p></o:p></i></div>
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<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Caminaba tranquilamente por el parque cuando ahí estaban, entrelazados, uno encima del otro sobre la hierba, mirándose fijamente y riendo. No podía soportarlo, el corazón me ardía de insanos celos, de dolor. El fuego ascendía inundando mi alma, paralizando mi mente, escalando mis entrañas como una enredadera hasta asfixiarme. Apretaba los dientes casi inconscientemente, reprimiendo mis ganas de gritarle el mundo, grito que seguramente hubiera acabado en lágrimas. Siempre hacía todo lo posible para que ella no se diese cuenta de hasta que punto me afectaba pero a veces era un tarea casi imposible. Sentía impotencia, envidia, rabia pero también un infinito amor, al ver aquella preciosa sonrisa que conseguía alegrarme el día, esa que tanto me gustaba y que hacía que yo mismo sonriese como un tonto. Pero esa misma ternura que crecía en mí incontroladamente, acrecentaba mi ira. Al fin y al cabo siempre pasaba lo mismo, escondía todo mi malestar bajo una sonrisa perfectamente ensayada, enmascarado entre palabras recitadas como un autómata para evitar que aquella chica sufriese, que se sintiese mal por mí, no quería ser yo quien borrase esa aura de alegría que emanaba. Solo quería protegerla, cuidarla, hacerla feliz, ¿de verdad era tanto pedir? Ella no sabe cuanto desearía ser el chico que la tiene entre sus brazos, que besa sus dulces labios, que se pierde en su profunda mirada. No lo sabrá nunca del todo, prefiero que siga en su perfecto mundo en el que yo, un día parezco ser el centro de su existencia y me cubre de suaves caricias. Entonces su mirada es la más tierna que he visto jamás pero la magia se rompe, cuando al día siguiente no soy meritorio ni de un simple saludo o me encuentro una fría indiferencia, quizás una profunda amistad y nada más. Pero río, a carcajadas, hasta que me duele la barriga porque si algo he aprendido a lo largo de mi existencia es que a muy pocos le importa de verdad como te sientes y a los que sí no merece la pena amargarlos en exceso. Es más fácil hacer que nada pasa que dar pena. Esto lo cumplo, hasta que no puedo más y desesperado recurro a algún amigo para buscar tan solo un abrazo, no es necesario más. Cada día me decido a olvidarla, me despierto con renovadas fuerzas diciendo que todo cambiará, pero ya no puedo, la necesito demasiado y sé que romper la amistad le haría daño. Ni siquiera el tiempo puede forzar a olvidar, soy de los que necesitan su ritmo o solo surtirá el efecto contrario.<o:p></o:p></i></div>
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<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y después de todo, otra vez vuelvo a su lado, para ser de nuevo su fiel amigo, para dar mi vida si fuese necesario, disfrutar con su cariño, con su compañía y así poder olvidar todo lo malo, bebiendo de cada momento, de cada recuerdo para tener una nueva historia que inventar en sueños, donde ella es princesa y yo caballero, donde ella es sirena y yo marinero.<o:p></o:p></i></div>
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Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-3359984348623887942011-07-03T09:04:00.000-07:002011-07-03T09:04:43.004-07:00Capítulo 10: Primera parte.<div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></b></div><div class="MsoNormal"><o:p> </o:p>Conforme más andaba por los pasillos, más tenía la sensación de estar rodeado de zombies. Una masa de gente con ojos medio abiertos, emitiendo sonidos guturales que bien parecían ronquidos, hombros caídos, arrastrando los pies de forma casi rítmica, se movía a mi alrededor sin ningún ánimo. Viendo a mis compañeros, aquel lugar no debía ser precisamente una fiesta. Miré mi horario para ver que clase me tocaba, 3º D. Ahí estaba, un puerta perfectamente rectangular, de un suave azul celeste y picaporte gris, que me adentraría en el cielo, infierno o limbo, aún no lo sabía.</div><div class="MsoNormal">El aula era amplia, luminosa, sin más decoración que unos cuantos carteles con motivos matemáticos en la pared. Cuatro filas de pupitres ocupaban la mayor parte del espacio. Una gran mesa marrón junto a un ordenador, se podía ver en una esquina. Encima de ella, una televisión descansaba sobre una estantería. De repente noté en la nuca una mirada tras unas risitas indiscretas, me hizo sentir incómodo pero decidí que era mejor obviarlo para evitar problemas. Me puse junto a Noelia, que me indicó mi pupitre y charlábamos animadamente hasta que el profesor llegase. El corazón se me iba a salir del pecho, tenía un enorme nudo en el estómago, no recordaba cual era la última vez que había estado así de nervioso, una parte de mí me mantenía pegado a la silla, mientras que otra deseaba salir corriendo. Un hombre alto, delgado, con ciertas entradas en su pelo negro, ojos marrones, nariz recta y con una sonrisa socarrona, entró en la clase.<br />
- Buenos días, espero que estéis preparados para otro estupendo año de Matemáticas. No prometo que aprobéis, pero sí que acabaréis hasta soñando en lenguaje algebraico.<br />
- Acostúmbrate, es siempre así. Yo creo que es buena gente, pero si se mostrase demasiado benevolente perdería autoridad- me explicó Noelia.</div><div class="MsoNormal">-Tú, chaval, no le hagas ni caso, el Ántrax es peor que un dolor de muelas, el año pasado me rompió un examen por pedir un pañuelo. Por cierto, hola soy Ángel. ¿Y tú eres?- mi compañero de atrás sonreía.<br />
- Me llamo Hassan. ¿El Ántrax? ¿Te refieres al profesor?<br />
- Sí, sus clases son igual de venenosas. Eres nuevo ¿no?<br />
- Cállate Ángel, en el pañuelo que pedías estaban escritas las respuestas del examen, como siempre. Además, qué más te da si eres tan tonto que ni con las respuestas apruebas- Naima miró al chico con una sonrisa de triunfo.<br />
- ¡SILENCIO! Un solo ruido más y todos os lleváis un trabajito.- el grito del profesor retumbó por toda la habitación.<br />
La clase no fue tan mala como me habían dicho, tenía que esperar a la segunda para ver si seguía pensando así. Prácticamente todo habían sido presentaciones y explicación de la planificación del curso. Las demás clases de Lengua, Inglés y Francés no habían sido muy diferentes. Por fin llegó el recreo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div><div class="MsoNormal">Dos campos de fútbol y otros dos de baloncesto se extendían a los lados, mientras que en el centro había un patio con bancos y unas cuantas fuentes. En una esquina, un pequeño bar, con no más de cuatro mesas, estaba lleno de gente gastando sin cesar dinero en bollería y chucherías.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div><div class="MsoNormal">Me paré en la puerta para esperar a mis amigos, les había perdido de vista. Saqué mi MP4, me lo había regalado Noelia, estuvo enseñándome bastantes grupos, había cientos de canciones de todos los estilos en ese pequeño y plano aparato. Disfrutaba con cada dulce melodía, cada potente solo de guitarra eléctrica, cada nota entonada desde el alma. Sonaba Blind de Lifehouse y más tarde Cobarde de Warcry. Dos estilos muy diferentes pero que me hacían cerrar los ojos y soñar.</div><div class="MsoNormal">De repente sentí un empujón.</div><div class="MsoNormal">- Tú, moro imbécil, aparta de ahí-miró el MP4-Uy lo siento, ¿te hemos interrumpido mientras escuchabas algún canto estúpido de los vuestros?</div><div class="MsoNormal">-El único imbécil que veo eres tú, déjame en paz- decidí ignorarlos y marcharme pero apretaba mi brazo y me impedía moverme.<br />
Las risas de sus camaradas le animaron a seguir.<br />
- Te crees muy chulito, pero no eres nada. ¿Te enteras? Háblame así otra vez y te reviento. </div><div class="MsoNormal">La mano que acababa de poner alrededor de mi cuello me advertía que no era simple palabrería. Me dedicó una sarta de insultos que preferí borrar de mi mente. Me imaginaba que no todos se alegrarían de mi llegada, pero no merecía aquello. Indignado, con voz débil por la presión en mi cuello, pregunté:<br />
- Solo dime, ¿qué te he hecho?<br />
- Jajajajaja. Existir.<br />
Aquellas palabras cayeron sobre mí como una losa. Con una fuerza, hasta ahora escondida, lancé un grito y le di un sonoro puñetazo. Sabía que era rebajarme a su altura, pero no podía más.<br />
Como perros falderos los otros tres fueron a ayudar al jefe de la pandilla.<br />
- Te está vacilando Piraña-dijo uno de ellos.<br />
- ¡Cállate o el próximo serás tú!- ante la orden de su jefe, obedeció. Se volvió para matarme con la mirada- Tienes huevos chaval, pero yo tengo el doble. Estás muerto.</div><div class="MsoNormal">Iba a lanzarse sobre mi cuando vi a Addae, correr hacia nosotros junto a un profesor.</div><div class="MsoNormal">-El negrata y el moro, la pareja perfecta-masculló.<br />
Su risa me produjo escalofríos. La misma que había servido de recibimiento, a primera hora, al entrar en clase.</div><div class="MsoNormal">Addae llegó a mi lado y me dedicó una significativa y cómplice mirada que parecía haber leído mi mente. Fue suficiente. </div><div class="MsoNormal">Don Álvaro, estaba rojo de ira.</div><div class="MsoNormal">- ¿Estás bien, Hassan? ¿Te han hecho algo? ¿Quieres que llamemos a un médico?</div><div class="MsoNormal">- No, estoy bien, gracias. <br />
“Mi dignidad no tanto”</div><div class="MsoNormal">-PRESENTENSE EN EL DESPACHO DEL DEL DIRECTOR. ¡AHORA!. Tienen suerte si vuelven a pisar este centro. Recen todo lo que sepan.</div><div class="MsoNormal">Heridos en su orgullo pero sin abandonar su mueca de desdén, los vi marcharse.</div><div class="MsoNormal">-Addae, tengo que pedirte un favor. No digas nada de lo que acaba de pasar, quiero olvidarlo y darle la menor importancia posible.<br />
- ¿Estás seguro de que no quieres hablar de ello?<br />
- Totalmente. Algo sólo se convierte en problema si nosotros lo permitimos, si le damos importancia. La mente sólo guarda lo que queremos.</div><div class="MsoNormal">- Te entiendo, entonces haré como si no hubiese pasado nada, pero si se repite cuéntamelo, por favor. Confía en mí.</div><div class="MsoNormal">Le estreché la mano y se lo prometí. Así se convirtió en confidente de uno de mis más oscuros recuerdos.</div><div class="MsoNormal">El resto del tiempo lo pasé bromeando con Addae, Gabriel, Andrei, Naima y Noelia. La forma de ser de cada uno, diferente y magnífica, me hizo olvidarme del altercado.</div><div class="MsoNormal">Entre todo, sonó la sirena y la libertad se acabó. </div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-12349942903680549662011-04-20T06:36:00.000-07:002014-07-17T14:11:36.361-07:00Capitulo 9: Ahora empieza mi nueva vida.<h1>
<span class="apple-style-span"><span style="color: black; font-size: 18pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span></span></span></h1>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b><span style="color: black;"><o:p> </o:p></span></b><b>Cada día me sentía más a gusto en la casa de acogida, adoraba cada centímetro de ella. Todas las mañanas, tras desayunar, me tumbaba en el césped cuyas pequeñas hojas bañadas por el sol, lanzaban destellos debido al reflejo del agua del riego y me ponía a pensar en todo y nada. Todo aquello que pudiera alegrarme el día. Nada que supiese que no podía cambiar.</b></span><b style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Dejaba volar mi imaginación hasta tocar las nubes.</b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> <span class="apple-style-span">6 am. Cuarto de los chicos. ¿Por que no dormía? Me era imposible. En dos horas empezaba el colegio y estaba más que con miedo, sumido en una mezcla de ansiedad e incertidumbre que anidaba en cada parte de mi ser y se enroscaba en mi mente como si de una enredadera se tratase. Me levanté de la cama y tras ducharme, peinarme, desayunar, lavarme los dientes, vestirme y similares quehaceres, ya eran las siete y media. Al parecer no era el único impaciente pues mis compañeros se encontraban en la entrada ya preparados, así que salimos juntos de la casa mientras Alicia, la directora, nos abrazaba, nos advertía sobre diversos peligros y nos recordaba la hora de la comida. Cuando llego a mi, vi en sus ojos la clara preocupación de una mujer cuyo hijo va a explorar algo nuevo, esa sensación me lleno de calma, me encantó.</span><br />
<span class="apple-style-span">El instituto solo distaba unos metros de la casa, así que no tuve que esperar mucho. La fachada, de un suave tono azulado, contrastaba con el gris del asfalto. La puerta, del mismo azul, en principio no era dispar de cualquier otra normal de las que sueles encontrar en las escuelas: doble, metálica, enorme, pero aquel edificio tenía algo magnético, sutil, inexplicable. Subí las escaleras lentamente, como midiendo mis pasos, mirando sin parar a mi alrededor, grabando cada detalle en mi cabeza....¡Ay!</span><br />
<span class="apple-style-span">Iba demasiado despistado para darme cuenta de que mis amigos me gritaban algo, hasta que sentí un leve dolor en el hombro y caí. Una muchacha de pelo castaño, ojos azul-grisáceo y cuerpo esbelto y definido, modélico, me fulminaba con la mirada. El embrujo que había sufrido, por el precioso instituto, había dejado mis sentidos en modo stand by.</span><br />
<span class="apple-style-span">- ¿Pero a ti qué te pasa nene? ¿Es que tengo monos en la cara?</span><br />
<span class="apple-style-span">- Lo siento, no me había dado cuenta. ¿Dónde estabas?</span><br />
<span class="apple-style-span">- Noooo ¿de verdad? Es que si te llegas a dar cuenta no estás vivo. ¡Estaba en la fuente y me has em-pu-ja-do!</span><br />
<span class="apple-style-span">- Iba despistado y como eres más baja que yo no te había visto.</span><br />
<span class="apple-style-span">- Encima me vacila, tu eres gilipollas pero así en plan guay, eh.</span><br />
<span class="apple-style-span">- No, no lo decía burlándome, perdona es que estoy muy nervioso, es mi primer día aquí- mis labios se curvaron en un intento de sonrisa que escondiese mi estado.</span><br />
<span class="apple-style-span">- Bueno, puede que te perdone pero porque me has pillado generosa- me sonrió.</span><br />
<span class="apple-style-span">- Jajaja el sarcasmo es lo tuyo.</span><br />
<span class="apple-style-span">- Yayayaya- su voz sonó tan graciosa que ambos nos echamos a reír.</span><br />
<span class="apple-style-span">- Me llamo Hassan, espero que aunque hayamos empezado con mal pie, podamos ser amigos.</span><br />
<span class="apple-style-span">- Eso depende de ti- sonrió traviesa- Yo soy Marta.<o:p></o:p></span></span></b></div>
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<span class="apple-style-span"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Se alejó sin decir nada más. <o:p></o:p></span></b></span></div>
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<span class="apple-style-span"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">-Interesante esa chica pero ten más cuidado si te vas chocando por ahí no creo que hagas muchos amigos, tendrías que haberte visto la cara-Noelia se reía de mí mientras lo decía.<o:p></o:p></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-style-span"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">- Hoy todo el mundo está muy gracioso. ¿Va a nuestro curso?<br />
- Qué va, es un año menor. Es bastante popular, suele ir siempre con tres chicas más y entre tú y yo, está bastante buena… Yo no digo nada pero ¿has visto como te ha sonreído?-Gabriel me dio un suave codazo mientras lo decía.<o:p></o:p></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-style-span"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">- ¿Ahora también voy a tener que explicarte cómo se sonríe? ¿Cómo quieres que me sonría? Déjame, no me interesan por ahora las chicas. Mi cultura no es como la vuestra, no se cambia de novia cada dos días y a las mujeres no se les permite ser tan lanzadas. No estoy acostumbrado a esto.<o:p></o:p></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-style-span"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">- Me encantaría quedarme aquí todo el día hablando sobre esa chica pero en cinco minutos tenemos Matemáticas y créeme Hassan, no te conviene llegar tarde a esa clase en tu primer día- nos avisó Naima.<o:p></o:p></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-style-span"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No me entusiasmaba la idea de tener Matemáticas pero me apetecía seguir viendo el instituto y empaparme de todo lo que había en él. Tenía miedo de que todo el mundo me mirase, miedo de no encajar, me sentía como un verdadero extraño. Mis nuevos amigos me trataban bien y me ayudaban a adaptarme pero ellos habían pasado por algo parecido mientras que las personas sentadas en sus pupitres, tan bien vestidas, con tantos caprichos que exigir, sin preocupaciones, no podrían ni imaginarlo. “¿Qué voy a hacer cuando llegue la hora de la oración?”. Ese pensamiento me agobió, no podía echarme al suelo en mitad de clase y rezar pero es mi obligación, mi religión.<o:p></o:p></span></b></span></div>
<span class="apple-style-span"><b><span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El sonido del timbre ahuyentó mis pensamientos. Ya me preocuparía después.</span> <br style="mso-special-character: line-break;" /> </span></b></span><br />
<span class="apple-style-span"><b><span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></b></span><br />
<b>Nota: El personaje de Marta está basado en una persona real, una amiga con el mismo nombre más conocida como Historias de Marutachan, la escritora de Desconocido. </b>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-81389485863335930872011-04-10T09:36:00.000-07:002014-07-17T14:11:45.919-07:00Capítulo 8: ¿Celos?<div class="MsoNormal">
<b></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></b></b></div>
<b> </b><br />
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<b><br />
</b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">(Naima)<o:p></o:p></span></b></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><br />
</b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">-¡Por favor, espera!- digo entre jadeos.<br />
- Oh sí, ¿quién querría perderse el espectáculo? La próxima vez que estéis tan acaramelados ese imbécil y tú, avísame y me cojo unas palomitas-la voz de Andrei suena entrecortada por la rabia.<o:p></o:p></span></b></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">-¿Y a ti qué te importa? ¡Soy libre, no tengo porque dar explicaciones de lo que hago a nadie!<o:p></o:p></span></b></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me muerdo la lengua para no seguir hablando, sólo estoy empeorando las cosas.<br />
- ¿Entonces por qué has salido corriendo detrás de mi? ¿No será que necesitas darte explicaciones a ti misma? Antes de salir corriendo como una loca, piensa en si lo haces para arreglar las cosas o para meter baza, porque no me apetece discutir mientras “tu amado” lloriquea por ti. Ya sabes donde está la puerta.<br />
Vale, es hora de tragarse el orgullo. Suspiro.<br />
- Para tu información no es “mi amado”. No entiendo porque te pones así. Siento mucho haberte gritado antes-noto los ojos húmedos.<br />
Su expresión se dulcifica. Después, pega un puñetazo en la pared.<br />
-Tengo que aprender a controlar mi carácter. El que lo siente soy yo, fui demasiado duro pero no voy a decirte que me arrepiento de lo que he dicho. Una de dos, o te has dado cuenta y me torturas o eres demasiado ingenua.<br />
-¿Darme cuenta de qué?<br />
Me coge por la muñeca y me apoya contra la pared.<br />
- ¡No quiero que Gabriel te ponga un dedo encima nunca más! Dime, ¿qué es él para ti? O mejor, ¿qué soy yo?<br />
La presión sobre mi muñeca aumenta, empieza a dolerme. Levanto la cara y sus profundos ojos azules, tiernos y acusadores al mismo tiempo, me hacen bajarla de nuevo. No puedo responder a su pregunta porque es algo que ni yo misma sé.<br />
- No puedo elegir, los dos sois importantes, una parte de mí. No me obligues a excluir a una pieza del puzzle. Sin embargo, de algo estoy segura, te quiero. Y a Gabriel también.<br />
De nuevo, aprieta con más fuerza mi muñeca. Se acerca a mí de tal manera que su rostro y el mío, están a pocos centímetros.<br />
- Me haces daño- su agresividad disminuye. Sus ojos, siguen fijos en mí. <br />
Permanecemos así unos segundos que a mi me parecen eternos. Con un movimiento preciso y delicado besa mis labios. No me resisto. El beso, en un principio tímido y suave, se torna cada vez más apasionado, agresivo. Nos abrazamos sin separar nuestros labios que más tarde, rozan mi nariz, mejillas y cuello, mientras mis dedos se hunden en su cabello. <o:p></o:p></span></b></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me separo de él y apoyo la cabeza en su hombro mientras me abraza. Me siento aún aturdida por la magia del momento, desearía que se parase el tiempo, sin embargo, me siento culpable por Gabriel…<br />
Suspiro y decido disfrutar del momento.<br />
<br />
<br />
En ese mismo momento, llegó Hassan. “Vaya, llevo aquí dos días y ha pasado de todo. Parece que aquí nadie se aburre”</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></b></b></div>
Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-19971430020527492202011-04-10T09:08:00.001-07:002011-04-10T09:08:45.233-07:00Hola a todos.<span class="Apple-style-span" style="color: cyan; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 16px;">Hola a todos, como sabréis, he estado bastante tiempo inactiva, sin entrar a tuenti y sin publicar nada. Esto se debe a que los estudios y otros problemas me han impedido concentrarme en la escritura y tener tiempo para ello. Ya tengo escrito el capítulo 8 por lo que hoy lo más probable lo subiré. Espero poder subir más capítulos pronto, aprovecharé las vacaciones de Semana Santa.<br />
Tengo miedo a que en este periodo de inactividad haya perdido seguidores y que la gente se haya desenganchado de mi historia por así decirlo, así que me gustaría que todos aquellos que aún me sigáis me lo digáis en un comentario. Gracias ;)</span>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-65377177506454231732010-12-08T14:14:00.000-08:002010-12-09T09:30:17.783-08:00Capítulo 7: ¿Qué pasa con Addae y Noelia?<div class="MsoNormal">(Hassan)</div><div class="MsoNormal">Intentaba ser fuerte, no quería molestar a nadie con mi lloriqueo, pero echaba de menos a mi familia, mi ciudad, mi país, mis costumbres. “El cambio es para mejor”, me repetía una y otra vez. Me mordí el labio para contener las lágrimas, no era momento de lamentarse, ahora me esperaba una nueva vida.</div><div class="MsoNormal">Me levanté de la cama y me miré al espejo. Mi rizado pelo castaño, estaba completamente despeinado, mis ojos marrones, enrojecidos y llenos de ojeras por la falta de sueño. Definitivamente, no tenía el mejor aspecto, pero supongo que no era nada que unas cuantas horas de sueño, no pudieran arreglar. Me aseé, fui hacia mi taquilla y rebusqué entre la ropa que Alicia me había dado después de comer. Escogí una camiseta azul de manga corta, unos vaqueros y unas deportivas blancas. Salí de la habitación sigilosamente, para no despertar a los demás muchachos que dormían la siesta. <br />
Caminé hacia el jardín, en busca de alguien con quien pasar el rato. Unos cálidos rayos de sol, acariciaron mi cara, un suave viento, movió mi pelo. De repente, tuve unas ganas enormes de correr, sin rumbo fijo, solo correr, revolcarme por la hierba y que su olor me envolviera. El niño en mí, tan lejano y subyugado por la rapidez que tuve que darme en madurar, se sentía más libre y vivo que nunca. Crecía en mi una nueva fuerza y unas ganas de demostrarle al mundo que tenía cien motivos para llorar pero ciento uno para reír. <br />
Echados en la hierba estaban Addae y Noelia, me hacían señas con la mano para que me acercara. <br />
- Me alegro de veros- les dediqué una sonrisa y me senté junto a ellos.<br />
- ¿Cómo estás? ¿Qué pasó al final con Naima?- preguntó Addae.<br />
- Ahora que lo pienso, la última vez que la vi, estaba hablando con Gabriel. Me pregunto que habrá pasado.<br />
- No has respondido a la primera pregunta…- Noelia me miró.<br />
- Perdón, supongo que estoy bien.- intenté disimular con una sonrisa, pero mis ojos me delataron- Vale, a medias, me alegro mucho de estar aquí, pero no es fácil dejar toda una vida.<br />
- Mírale el lado bueno, al menos tienes unos padres a los que echar de menos…<br />
- No sé nada de vosotros.<br />
Se miraron entre sí.<br />
- Yo soy española, mi madre me abandonó siendo un bebé. Por lo que sé, me tuvo con dieciséis años, a sus padres no les hizo ninguna gracia y me trajeron aquí. A veces siento curiosidad por saber como es, pero se pasa rápido. La única que me ha cuidado, se ha preocupado por mí y que ha pasado noches en vela cuando estaba enferma es Alicia, así que en lo que a mí respecta, ella es mi madre, me da igual lo que el ADN diga. Soy una chica alocada a la que le gusta divertirse, que tiene su propio mundo sin maldad, al que sólo quien yo quiero puede entrar. Para mí una guitarra y un grupo de amigos, es el paraíso. Soy feliz y nada hará que deje de serlo. ¿Qué más quiero?- Noelia no dejaba de sonreír mientras hablaba.<br />
- Yo al igual que Noelia, también me crié aquí, es todo lo que tengo y lo único que necesito. Excepto Naima y tú, todos llevamos aquí desde pequeños. Si el centro cerrara, se nos vendría el mundo encima-Addae hizo una pausa antes de la siguiente frase-¿Estás nervioso por el instituto?<br />
- Vaya, no lo había pensado. Un poco la verdad pero supongo que no más que cualquiera que tenga que adaptarse a algo nuevo- dije quitándole importancia.<br />
- No es tan malo, exámenes casi todas las semanas, pilas de deberes… Ya sabes, el cielo-noté la aplastante ironía en la voz de Noelia.<br />
Addae la llamó exagerada y eso dio pie a una interminable competición en la que el único objetivo, era hacer rabiar al otro. No paraba de reír con cada tontería que hacían. De repente, vi a alguien corriendo sin parar y gritando. Estaba bastante lejos, por lo que no podía oír lo que gritaba, sin embargo, no dudé ni un momento al ver la figura, era Naima.<br />
<br style="mso-special-character: line-break;" /></div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-59013131370748818462010-10-12T13:00:00.000-07:002010-10-12T13:00:06.545-07:00Capítulo 6: Naima<div class="MsoNormal"> (Naima)</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">El hablar con Hassan me había ayudado mucho, me hizo comprender más de lo que yo pensaba. Acaba de llegar al centro de acogida, pero siento como si nos conociéramos de siempre, es extraño. Pienso que será porque compartimos unas mismas experiencias y raíces. </div><div class="MsoNormal">Sólo hace una hora desde mi pelea con Gabriel, pero la ausencia de su voz ya me quema por dentro. La idea de perderlo para siempre me ahoga sin remedio, hace que sienta un inexplicable dolor en el pecho, una inmensa sensación de vacío y anula en mí toda capacidad de razón. No entiendo por qué me siento así, jamás había sentido nada parecido. </div><div class="MsoNormal">Miro por la ventana, mi mente se pierde imaginando mil formas para cada esponjosa nube, que flota como queriendo desafiar la ley de la gravedad. Una suave brisa roza mi cara. Eso me hace cerrar los ojos, por lo que hasta que no siento una cálida mano en mi hombro, no me doy cuenta de su presencia. Giro la cabeza y me pierdo en el gris de sus ojos, en su mirada triste, que esconde palabras jamás pronunciadas.<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>- Hola, Naima vengo a disculparme- comienzo a hablar, pero él coloca un dedo en mis labios, para hacerme guardar silencio. Su cara mostraba una expresión tan arrepentida que no podía negarme- He sido un imbécil, lo admito. No pienso nada de lo que dije, estaba enfadado conmigo mismo por no poder hacer nada para hacerte sentir mejor. No soportaba verte tan indefensa, temblando.</div><div class="MsoNormal"> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>- Sí que podías hacer algo, podrías haberme escuchado. Tenías razón, sólo intentaba buscar mil excusas- hincho los mofletes y pongo cara de niña enfadada, me queda bastante cómico- No pienses que la próxima vez que me critiques te daré la razón, así que más vale que te andes con cuidado o serás guaperas muerto.<br />
Sonríe.<br />
- ¿Guaperas? Yo pensaba que mi mote era malditobocazasinsensibleyestúpido.<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Me sonrojo. Genial, ya tenía nueva misión: matar a Hassan.<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>- Yo…sí…bueno… Lo siento estaba molesta.</div><div class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>- ¿Sabes? Tengo que darle las gracias a Hassan por esa pequeña información, ese color le sienta muy bien a tu piel-se burló.<br />
Eso solo hace que me sonroje más, mi cara está ardiendo. Debo de parecer tonta.</div><div class="MsoNormal">- No te preocupes, te ahorraré las molestas, morirá antes- dije apretando los dientes.</div><div class="MsoNormal">- Jajaja. Pasan los años, pero sigues siendo la misma. <br />
- ¿Has venido a arreglar las cosas o a reírte de mí? Si es lo segundo, vuelve por donde has venido.<br />
- Uy gatita, no saques las uñas tan pronto. Cómo has dicho, no habrá muchas veces en las que pueda criticarte sin acabar en el hospital, tengo que aprovechar la situación.</div><div class="MsoNormal">Le golpeo en el pecho suavemente. En el fondo, adoro la forma en la que intenta molestarme. Me coge la muñeca.<br />
- Ya lo creo que voy a aprovecharla, llevo mucho tiempo esperando, se acabó el silencio.<br />
- ¿A qué te refieres?<br />
Alza la mano y acaricia mi mejilla, una lágrima resbala por ella. Sus dedos recorren suavemente el contorno de mi rostro. Se inclina hacia mí y besa con infinita dulzura mi frente, mis párpados, mi nariz, mi mejilla. Se detiene a pocos centímetros de mis labios, puedo sentir su agitada respiración. Casi involuntariamente lo abrazo, al hacerlo siento como nuestros corazones laten a un frenético ritmo, sincronizados. Sé que está esperando mi aprobación, un roce, una mirada. Una parte de mí lo desea más que a nada, pero la otra… Son demasiados sentimientos que debo controlar. Además, no es el único…<br />
Oigo un pequeño ruido. Entonces veo su silueta.</div><div class="MsoNormal">-No, no puede ser, por favor…- susurro.<br />
Allí está, mirándonos. Esos ojos cargados de odio y esa expresión dolida, atraviesan mi alma como lo haría la más afilada de las espadas. Me quedo sin aliento, no puedo moverme. <br />
- No os preocupéis, me voy, sé que sobro. Siempre he sobrado-su voz está llena de ira.<br />
Veo como se aleja, mi cuerpo no responde. Lucho por recuperar la movilidad. Cuando lo consigo, algo me impide salir corriendo: aún estaba abrazada a Gabriel. Sus ojos suplican que no me marche. Los míos, que me deje marchar. Una lucha de miradas que parece parar el tiempo. Finalmente, la mía vence. Su cuerpo se relaja, liberándome. Esbozo media sonrisa, en señal de agradecimiento. Después corro, corro en busca de la silueta.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;"><br />
</div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-322522224956317042010-10-10T14:27:00.000-07:002010-10-10T14:27:14.232-07:00Capitulo 5: malditobocazasinsensibleyestúpido<div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">-¿Y a ti qué te importa si me culpo o no?-protestó Naima.<br />
- Porque yo…- Gabriel no terminó la frase, calló un momento, bajó la mirada y continuó- ¡Lo único que quieres es buscar un culpable para sentirte mejor, para buscar una razón, es más cómodo para ti que enfrentarte a la realidad!</div><div class="MsoNormal">Naima le miró dolida, después salió corriendo.</div><div class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Él se llevó una mano a la boca, sorprendido por sus propias palabras.<br />
- Lo…lo siento yo no quería decir eso… ¡Naima!, ¡Naima, espera!<br />
Se dejó caer de rodillas al suelo y se cubrió la cara con las manos.<br />
- Mierda, siempre lo estropeo todo-gimió.</div><div class="MsoNormal">- No te tortures amigo. Verás como todo se arregla- Addae le apretó el hombro en señal de apoyo.</div><div class="MsoNormal">- Perdón…No sabía que iba a reaccionar así-dije.<br />
- Tranquilo está bien, además, ya es hora de que lo supere-me tranquilizó Noe.<br />
- Vaya, vaya ¿y luego soy yo el borde que no sabe tratar a las chicas?-dijo sonriendo Andrei.</div><div class="MsoNormal">- Ah, claro, debí imaginármelo, para ti la situación es de lo más divertida- el chico rubio empezaba a enfadarse.</div><div class="MsoNormal">- Ahora que lo mencionas, la verdad es que sí.<br />
- Chicos, calmaos…-Addae los miró preocupado.</div><div class="MsoNormal">- Creo que será mejor que me vaya…-mascullé.<br />
- Andrei, para- ordenó firmemente Noe- ¿Hassan, podrías ir a ver como está Naima? Creo que ahora mismo eres quien mejor puede entenderla.<br />
Después de que me dieran las indicaciones para llegar al cuarto, me puse en camino. Paré frente a la puerta dudoso. A fin de cuentas, la acababa de conocer y no sabía si le sentaría muy bien que me entrometiese. Me armé de valor y llamé a la puerta.</div><div class="MsoNormal">-Si eres tú malditobocazasinsensibleyestúpido… ¡Vete lejos, donde no vuelva a verte!-hablaba tan rápido que no separaba algunas palabras.<br />
- ¿Me acabas de conocer y ya quieres perderme de vista? Pues ya veo que me adoras, sí- dije tratando de aplacar la tensión que se respiraba.<br />
- ¿Hassan? Mejor vete, no me apetece hablar con nadie.<br />
- Si así lo deseas lo haré, pero ten en cuenta, que dudo que ahora mismo, haya cerca alguien con quien puedas desahogarte y que sea mas imparcial que yo-tras una pausa añadí con voz solemne- y que sepa que es estar en una patera.<br />
Escuché como lentamente, se bajaba de la cama y caminaba hacia la puerta, dispuesta a abrirla.<br />
-¿Ves? Si ya decía yo que me adoras, me dejas entrar en tu habitación y todo- me miró con cara de poco amigos, así que cerré la boca-Vale disculpa, solo intentaba hacerte sonreír.</div><div class="MsoNormal">Hizo un gesto con la cabeza para que entrase. Era una habitación muy parecida a la de los hombres. La única diferencia, es que Alicia, había mandado pintar la pared de rosa.<br />
Me senté en la cama junto a ella.</div><div class="MsoNormal">- Me he enterado de lo que le pasó a tu hermano. No fue culpa tuya- le puse un dedo en los labios para hacerla callar-Calla, sé lo que vas a decirme y repito, no fue culpa tuya. Lamentarte no te va a servir de nada, puede que incluso estando allí con él, la ola lo hubiese derribado igualmente. En la vida tomamos decisiones, quizás vitales, cada segundo. Elegimos una dirección y jamás sabremos que había en ese momento justo, en la otra, pero si por cada decisión tomada, pensamos en que podría habernos pasado, nunca seremos felices, siempre estaremos insatisfechos, nada de lo que hagamos podrá llenarnos. No pido que olvides a tu hermano, eso es imposible, mas si que vivas y disfrutes por él esta oportunidad que has conseguido. Contéstame a algo: si tu fueses la que hubiera muerto aquel día, ¿preferirías que tu hermano viviese torturándose por tu pérdida o que hiciera todo aquello que a ti no se te dio la posibilidad de hacer, que fuese feliz y que sonriera cada vez que recordase los buenos momentos contigo?<br />
- Creo que tienes razón. No tenías ningún motivo para haber venido a consolarme y sin embargo, aquí estas. Gracias, de verdad.<br />
Me abrazó. Sonreí.<br />
-¿De qué parte de Marruecos eres?-pregunté.<br />
- De Marrakech. ¿Y tú?</div><div class="MsoNormal">- Fez. Bueno, será mejor que bajemos, el malditobocazasinsensibleyestúpido está destrozado.<br />
- No sé si me apetece verle. Me ha hecho daño y más viniendo de él…<br />
Enarqué una ceja. Después se dibujó en mi cara una sonrisa burlona.<br />
-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Está bien, olvida lo que acabo de decir fasí.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal">Todos estaban comiendo cuando llegamos. Nos sentamos rápidamente al ver la cara de Alicia. Ya habría tiempo de arreglar las cosas después.<br style="mso-special-character: line-break;" /> <br style="mso-special-character: line-break;" /> </div><div class="MsoNormal">Inmediatamente después de comer, Gabi se dirigió a hablar con Naima.<br />
<br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="color: red;">Fasí= natural de Fez :)</span></div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-57574035777007964122010-10-08T14:46:00.000-07:002010-10-08T14:46:37.043-07:00Capítulo 4: Centro de acogida<div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal">Abrí los ojos, me costó un poco orientarme y recordar dónde estaba. “Vaya, al parecer en algún punto de mis pensamientos me quedé dormido. ¿Dónde estarán los demás?” Pareciera como si me hubiesen leído la mente, al poco oí una voz.<br />
- ¡Hassan, por fin estás despierto! Fue traerte a la habitación, despistarme un momento y ya <i style="mso-bidi-font-style: normal;">estabas frito</i>, no me ha <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dao</i> ni tiempo ha enseñarte un poco esto-me miró, se acercó y me acarició la mejilla-No te preocupes sé que estabas cansado, debió ser muy duro.</div><div class="MsoNormal">Le sonreí, me caía bien. Tenía alrededor de cuarenta años, unas cuantas arrugas empezaban a hacer mella en su ligeramente morena cara. Su pelo era de un tono intermedio entre el rubio y el castaño, sus ojos de un precioso verde esmeralda, sus labios de un rosa pálido, se habían tornado en una sonrisa. Era más bien alta, delgada, pero de caderas anchas.</div><div class="MsoNormal">-Bueno, enséñemelo ahora.</div><div class="MsoNormal">- Esa es una estupenda idea, de todos modos, tengo que enseñarte el camino al comedor, en diez minutos empezarán a bajar los demás muchachos. Confío en que te lleves bien con ellos. Como ahora verás, la casa es bastante antigua, era de una señora adinerada, amablemente nos la donó y la retocamos un poco, para convertirla en lo que hoy es: un centro de acogida. Todo es bastante humilde, muchos de los muebles se los llevó la señora a su nueva casa, sin embargo, el comedor lo dejó intacto.</div><div class="MsoNormal">Salimos de la habitación, subimos las escaleras y de camino, me fue enseñando la biblioteca, donde había varias mesas de madera con flexos, unos cuantos sillones rojos, sillas y unas enormes estanterías repletas de libros de diversos temas. Desde enciclopedias y libros de texto, hasta novelas juveniles y mangas.</div><div class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La sala de estar, tenía una televisión mediana, en frente de la cual, había unos cuantos sofás de piel, que por su color, parecían bastante antiguos. Una mesa de cristal y, en una esquina de la habitación, un par de ordenadores. </div><div class="MsoNormal">Salimos al pasillo. Varias habitaciones lo recorrían, pertenecían a los empleados. Entre ellas, la de Alicia. Intenté imaginar como sería. Torcimos la esquina y vimos una pintura que me fascinó. Era de una mujer mayor. A pesar de las arrugas de su cara, se podía deducir, que en otro tiempo, su belleza había deslumbrado a todo el que pasaba por su lado. Le pregunté a Alicia de quién se trataba y ella me explicó, que era de la acaudalada señora de la que me había hablado antes.</div><div class="MsoNormal">Más adelante, entramos en la cocina. Estanterías repletas de especias y armarios con platos, vasos y demás utensilios, decoraban las paredes. El suelo era de mármol blanco.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una nevera negra, una encimera también de mármol, una cocina a gas, un horno, un microondas y varios electrodomésticos más, hacían de la estancia, una cocina en toda regla. </div><div class="MsoNormal">Anduvimos unos metros más. Pensé que la siguiente sala, sería como las demás, con paredes de madera, humilde, pero a pesar de ello, sin faltarle de nada. De repente, la directora Alicia, paró frente a unas puertas de madera de ébano y pomos de un dorado envejecido. Era el comedor. Cuando entré, me quede boquiabierto, era una sala enorme. Una mesa larguísima, adornada con flores y candelabros de un dorado perfecto, ocupaba el centro de la habitación. Lujosas lámparas de delicado cristal, colgaban del techo. Las paredes y el techo de madera, le daban un toque señorial y acogedor. Tuve que obligarme a cerrar la boca, mis compañeros empezaban a llegar. La mayoría eran más pequeños que yo, sólo cinco parecían tener más o menos mi edad, éstos se acercaron. <br />
Un chico rubio, con el pelo corto, alto, fornido, de piel blanca y penetrantes ojos grises, fue el primero en hablar.<br />
-Tú debes de ser el nuevo, me llamo Gabriel.</div><div class="MsoNormal">-¡Hola! Encantada de conocerte soy Noelia-dijo mientras me besaba en la mejilla, una pelirroja, con el pelo recogido en una coleta, tez pálida y unos preciosos ojos, de un tono verde azulado.</div><div class="MsoNormal">- Y yo Naima-la miré, el acento me llamó la atención. Ella tenía una lisa cabellera castaña y ojos color café. Sus facciones eran suaves y sus labios, finos.</div><div class="MsoNormal">-Addae-dijo estrechando mi mano un chico de piel negra, de intensos ojos color miel y pelo negro y muy corto.<br />
- Hola, sí, unos policías me trajeron aquí esta mañana. Soy Hassan.<br />
- Ah, vaya, ¿ya habéis terminado de presentaros? Puedes llamarme Andrei.<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Me giré para averiguar de donde provenía la voz. Un chico alto, delgado y con el pelo castaño oscuro, estaba apoyado en la pared. Vestía unos pantalones y una camisa negra. En la cara tenía una gran cicatriz.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
-¿De dónde eres? ¿Por qué te trajeron aquí?-preguntó Noelia.<br />
- Soy de Marruecos. Vine en patera.<br />
Me estremecí al recordarlo pero no fui el único. Naima estaba con la cabeza gacha, abrazada a sí misma y tiritando.<br />
-¿Qué te ocurre?</div><div class="MsoNormal">-Nada, estoy bien Gabriel.<br />
- No, no estás bien. ¡Deja de culparte! </div><div class="MsoNormal">Disimuladamente, Noelia se acercó a mí.<br />
- Ella también es marroquí, al igual que tú vino en patera. Viajaba con su hermano pequeño, de dos años, Ahmed. Ese día hubo una gran tormenta, el pequeño tenía frío, así que fue a buscar algo para cubrirlo. Le dijo que no se moviera, pero él no le hizo caso, se acercó demasiado al borde del barco y una ola lo derribó y se golpeó en la cabeza…Se culpa por haber dejado solo a su hermano. Cada vez que alguien menciona la palabra patera, se pone así. Me imagino que ya de por sí, el viaje tiene que ser horrible.<br />
-Lo es-corroboré. <br />
Seguí callado escuchando la conversación. Tenía el presentimiento de que no acabaría bien.</div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-41517600328042383652010-09-22T13:20:00.000-07:002010-09-22T13:20:41.825-07:00Capítulo 3:Realidad<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Pasadas unas horas, el barco se paró y rápidamente desperté. Nadia sabía que iba a marcharme. Me abrazó y me besó en la mejilla. Me despedí de ella y de los pequeños.<br />
Salí corriendo. Noté que algo me agarraba.<br />
- Hassan, recuerda mis palabras, conseguirás lo que te propongas. Confía en ti.<br />
La abracé y le deseé que todo le fuera bien.<br />
Pasé entre la gente a toda velocidad y al salir del barco, vi a unos hombres de uniforme. Al identificar su profesión, eché a correr todo lo rápido que pude, pero no conseguí escapar. Tras un rato de carrera, me atraparon.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> -Tranquilo chico, no quiero hacerte daño. ¿Cómo te llamas?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> - Hassan- contesté tímidamente.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> - Dime Hassan, ¿como se llaman tus padres? ¿De donde vienes?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> Recordé lo que tenía que hacer y dije:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> -No tengo familia, soy huérfano.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">El policía frunció el ceño e hizo un gesto a su compañero, el cual, pasados unos minutos, volvió con ropa, una manta y comida. Me cambié, me cubrí con la manta y devoré los alimentos con ansia. Una vez que hube saciado mi hambre, intenté escuchar la conversación.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 15pt; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">-¿Qué hacemos con él?, preguntó el primer policía.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 15pt; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">- Mientras intentamos averiguar algo más, llevémosle a un centro de acogida.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 15pt; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">“¿Centro de acogida?”, pensé.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 15pt; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">El policía me tendió la mano y me condujo hacia su coche. Ni siquiera pensé en no subir, de todos modos ya poco podía perder. Después de treinta minutos recorriendo una inmensa ciudad, con preciosas casas y multitud de gente, nos paramos en un extraño edificio. Entramos y una amable señora, me acarició la mejilla y con voz dulce me dijo:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 15pt; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">-Hola, acompáñame y te mostraré tu habitación.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 15pt; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> Mientras recorría los pasillos, pude ver la cantidad de niños que había allí. Algunos, para mi sorpresa, parecían ser marroquíes como yo.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 15pt; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Cuando entré a la luminosa habitación, en la que había unas cómodas camas, unas taquillas y un baño, sentí que me temblaban las piernas. Me tumbé en la cama.¡Qué blandita era! Un pensamiento cruzó mi mente: “lo he logrado”. Por fin estoy aquí, pero ¿conseguiré estudiar y tener un buen trabajo? ¿Podré cumplir mi promesa y volver a por mis padres algún día?</span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> </span></b><em><span style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span class="Apple-style-span" style="color: cyan;">In sha</span></span></span></em><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span class="Apple-style-span" style="color: cyan;">'a</span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span class="Apple-style-span" style="color: cyan;"> </span></span></span><em><span style="color: black; font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="color: cyan;">Allah.</span></span></em></div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-50548770816594403732010-09-21T13:48:00.000-07:002010-09-21T13:48:57.353-07:00Capítulos 2: Incertidumbre<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span><br />
<div style="text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">A la mañana siguiente, antes de que mis padres se levantaran, cogí el dinero y salí de mi casa. Conseguí infiltrarme en un camión que me llevase hasta la costa. Bajé de él antes de que me descubrieran. </div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">Tras mucho buscar, di con el señor al que le tenía que dar el dinero. Tenía aspecto de mafioso. Daba mucho miedo y me miraba con desprecio. Cuando le entregué los billetes, pensé en todo lo que podría hacer mi familia con tal cantidad de dirhams, pero tenía la esperanza de que valiese la pena. </div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">Asustado, entré en la minúscula embarcación que no tendría más de veinte metros de eslora. Miré a mí alrededor. Allí podría haber más de trescientas personas: hombres, mujeres, bebés, niños, todos con mi misma cara asustada, pensando que nos esperaría. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A la media hora, el barco salió. Me senté en el frío suelo lo mas encogido posible pues no cabía ni un alfiler. Tras un rato de viaje, empezaba a haber un intenso olor a orina, excrementos y sudor, ya que había que evacuar donde se podía. <br style="mso-special-character: line-break;" /> <br style="mso-special-character: line-break;" /> </div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">De repente, una intensa tormenta sacudió la patera. El viento y las olas no tenían piedad, arrasaban todo a su paso. Todos luchaban contra la marea, aferrándose a todo objeto, que les ofreciese un poco de estabilidad. Mujeres y niños, buscaban desesperados mantas para resguardarse del frío. Me acurruqué en una esquina, agarrándome a lo que podía, sin parar de temblar y llorar. Bajo la manta, imaginaba que estaba en los cálidos brazos de mi madre.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;"><br />
En medio del alboroto, pude oír el llanto de un bebé. Levanté la cabeza y vi a una mujer tiritando de frío, con un niño de a penas 4 meses en los brazos y una niña de la misma edad que Samira. Sí, esa niña me recordó a ella. La quería mucho, se me haría difícil estar lejos de mi hermanita. “Tengo que hacer algo”, pensé. El frío me había entumecido el cuerpo, pero sentía que no podía quedarme de brazos cruzados. Sin una manta, los pequeños se pondrían enfermos. <br />
Tenía que actuar rápido, no me lo pensé más, cogí mi manta y fui como pude hasta la mujer.<br />
-Tome, la necesita más que yo- señale a sus hijos.<br />
Me miró como si no creyese que realmente le ofrecía la manta, como si esperase a que me desvaneciese como un sueño.<br />
- Pero hace mucho frío y estás empapado.<br />
- No importa, soy fuerte. Su bebé y su hija están tiritando. Por favor, acéptela y cúbrase también. <br />
Me alegre al ver que poco a poco, gracias a la manta, iban recuperando el color de la cara.<br />
-Ven pequeño, sobra un trozo de manta- dijo con una sonrisa la mujer.<br />
Me acurruqué junto a ella y así, esperamos lo mejor que pudimos a que pasase la tormenta.<br />
Fueron 2 horas de agonía pero conseguí sobrevivir. <br />
- Si no hubieras llegado con la manta, no sé que hubiera pasado, te debo mi vida y la de mis pequeños. ¿Qué puedo hacer para agradecértelo?-preguntó la mujer.<br />
-Nada. Hice lo que tenía que hacer-sonreí-¿Sabe? Tengo una hermana de su edad-dije señalando a su hija que estaba dormida en su regazo.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">-Entonces tiene suerte de tener un hermano como tu.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">-No sé, pero lo que sí sé es que pasará mucho tiempo antes de volver a verla.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">Contuve las lágrimas. Ella me acaricio la cabeza para consolarme. Al menos no estaba solo, eso me hizo sentir mejor.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">- ¿Cómo te llamas chico valiente?<br />
- Hassan, señora.<br />
- Tus padres deben de estar muy orgullosos, Hassan. Eres fuerte, amable y valiente. Estoy segura de que conseguirás todo lo que te propongas. Me llamo Nadia.<br />
La niña empezaba a despertarse. Abrió los ojos. Le acaricié la mejilla.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">-Hola, soy Hassan. ¿Cómo te llamas?<br />
- Yamila-contestó con su aguda vocecita.<br />
- Tienes un nombre precioso, Yamila. ¿Cuántos años tienes?<br />
- Nueve.<br />
- Justo como pensaba, mi hermanita tiene tu misma edad.<br />
- ¿Dónde está? Yo quiero conocerla.</div><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> - No está aquí, pero quién sabe, quizás la conozcas algún día. Seríais buenas amigas-le dediqué una cálida y sincera sonrisa.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El bebé comenzó a llorar. Tenía hambre. La madre le dio el pecho. Al poco, la tripita de Yamila, rugió hambrienta. </span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><div style="text-align: left;">-Tengo hambre mami-sollozó.</div><div style="text-align: left;">Me toqué el bolsillo.</div><div style="text-align: left;">- Espera, creo que tengo algo.</div><div style="text-align: left;">Llevaba un par de caramelos y un bocadillo que unos turistas me habían dado el día anterior. Estaba mojado, pero era mejor que nada.</div><div style="text-align: left;">- No, no puedo permitirlo. Ya nos has dado tu manta, ahora también tu comida, no-Nadia me miró con firmeza.</div><div style="text-align: left;">-No tengo hambre, de verdad. Me tomaré estos caramelos.</div><div style="text-align: left;">Al escuchar los sollozos de Yamila, tuvo que acceder. Partí el bocadillo en dos trozos. Uno para Yamila y otro para su madre.</div><div style="text-align: left;">Tenía sueño, así que cerré los ojos…</div></span></span> </span></span></span></span></div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-53552279420369889952010-09-19T15:01:00.000-07:002010-09-19T15:01:13.928-07:00Capítulo 1: La noticia.<span class="Apple-style-span" style="font-size: 21px;"> </span><br />
<div class="MsoNormal">Desde siempre mi sueño ha sido poder viajar a aquel lugar llamado Ispaña, ¿o era España? Bueno en cualquier caso, la cuestión, es que llevo mucho tiempo viendo en la televisión ese país donde todos parecen ser felices, los niños tienen miles de juguetes, las casas son enormes, los chicos de mi edad, van a lo que ellos llaman escuela...</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"> Eran las ocho y como todas las mañanas, me puse mi chilaba, cogí unos cuantos monederos hechos a mano por mí y me dispuse a intentar conseguir algo de dinero para ayudar a mi familia. Mi padre trabajaba curtiendo el cuero, donde había un desagradable olor a excremento de paloma y mi madre, se quedaba cuidando la casa. Mi padre, Ahmed era un hombre, alto, fuerte, muy trabajador y autoritario. También, quería con locura a su familia. Le gustaba pasar tiempo con mi hermano Ali y conmigo. Ali era el mayor, dos años más que yo. Pronto se casaría con la muchacha que mis padres eligiesen para él.<br />
Mi hermana se llamaba Samira. La pequeña de la casa, tan sólo nueve años. Todos éramos muy protectores con ella.<br />
Amina, mi madre, era una mujer joven y bella. Su cara era muy dulce, siempre tenía una sonrisa y su voz, suave.<br />
Mis padres se amaban y respetaban. Ese amor no había nacido antes de casarse, ya que no se conocían, sino con el paso del tiempo, con los años de convivencia.</div><div class="MsoNormal"> <br />
-Salam Aleikum, Hassan-dijo mi padre.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 6.0pt;">-Aleikum Salam, padre-contesté.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 6.0pt;">- No regreses muy tarde a casa, tu madre y yo tenemos que hablar contigo.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 6.0pt;">-Esta bien, padre.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 6.0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 6.0pt;">Salí de mi casa de la medina algo inquieto por sus palabras, pero ahora lo que más me importaba era conseguir vender los monederos. Corrí por las estrechas calles, hasta ver a un grupo de turistas frente a la entrada de la madraza. Me acerqué a ellos para intentar averiguar su procedencia y por suerte eran españoles. Gracias a la televisión pude aprender muchas cosas sobre España, entre las que se encuentra su idioma. Tras muchas horas corriendo de aquí para allá, conseguí vender alguno. Estaba muy feliz. Súbitamente, recordé lo que había dicho mi padre y me fui corriendo a casa. Cuando entré, estaban muy serios, tenía miedo de que fueran a regañarme.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 12.0pt;">-Lo siento, no me di cuenta de...</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 12.0pt;">- Siéntate Hasan-me interrumpió mi madre.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 12.0pt;">- Sabemos lo mucho que deseas ir a España. Tu madre y yo lo hemos hablado. Queremos que aspires a algo más, que tengas las oportunidades que nosotros no tuvimos. Mi mayor sueño sería verte como uno de esos hombres, con lujosos trajes y un trabajo digno. Desde hace mucho tiempo hemos estado vendiendo y ahorrando para que puedas conseguirlo. Saldrás mañana, te guste o no-dijo mi padre.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 12.0pt;">Sentí mis ojos llenarse de lágrimas, en una mezcla de sorpresa, miedo y gratitud.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 12.0pt;">-Juro que vuestro esfuerzo no será en vano. Algún día volveré y os llevare conmigo-dije llorando.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 12.0pt;"> Corrí a abrazarlos, sabiendo en el fondo de mi corazón, que esa quizás sería la última vez.</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 15.0pt;">-Cuando llegues allí, pase lo que pase, no dirás más que tu nombre y que eres huérfano. Es muy importante que no lo olvides. Si hablas demasiado te traerán de vuelta- advirtió mi padre.</div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-10381801967622031662010-09-18T04:53:00.000-07:002010-09-19T15:06:13.340-07:00In Sha'a Allah<div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16pt;"> </span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span style="font-size: 18pt;">Prólogo<o:p></o:p></span></u></i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"> Hola amigo lector, soy Hassan. Nací en Fez, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos. Se divide en tres partes: Fez el Bali, la zona antigua, Fez-Jdid, donde se encuentra la Mellah o barrio judío y Villa Nouvelle, la zona francesa. Por sus laberínticas y sinuosas calles de la medina de Fez el Bali, siempre llenas de gente y animales de carga, se respira un intenso olor mezcla de especias y cuero. En el zoco, se puede ver a numerosos vendedores vestidos con chilaba (unas túnicas anchas y con capucha que cubren desde el cuello hasta los tobillos) y babuchas, (que consiste en una zapatilla ligera, de cuero, abierta por el talón y terminada en punta) vendiendo la indumentaria típica, comida, especias, artículos de marroquinería como monederos, etc. Niños yendo a la madraza o corriendo tras los turistas para venderles algo que les permita comer ese día, mujeres con velo, tejiendo.</div><div class="MsoNormal"> A medida que vas acercándote al barrio de los curtidores, según los turistas, un fuerte y desagradable olor a excremento de paloma y cuero inunda los sentidos, por ello, cuando lo visitan les dan una ramita de hierbabuena, para que la coloquen bajo su nariz. Yo ya estaba acostumbrado a él y por tanto no me resultaba molesto. </div><div class="MsoNormal">Majestuosas puertas y murallas rodean la ciudad.</div><div class="MsoNormal"> Nosotros, los musulmanes, aprendemos desde pequeños a recitar el Corán y fielmente cuando el almuédano llama a la oración desde el minarete de la mezquita, estemos donde estemos, nos arrodillamos y rezamos a Allah. </div><div class="MsoNormal">Ahora, echo de menos todo eso: el ambiente, la gente que es muy acogedora, mi idioma, mi casa de la medina donde vivíamos mis padres mis abuelos y yo, la tranquilidad de una ciudad sin tanto ruido, el amor de mi familia, el correr libremente por la calle sin miedo al atropello de un coche, el olor de la medina, el rezar en cualquier sitio sin que me miren como a un bicho raro, las tradiciones y filosofía de mi cultura, el ser feliz con lo que tienes, viviendo el día a día intensamente como si fuera un tesoro. Aunque, también tiene su parte mala. </div><div class="MsoNormal">Sólo quiero contaros mi historia. Todo comenzó cuando tenía aproximadamente catorce primaveras .No es fácil nacer en un país pobre, donde cada día es crucial para tu supervivencia y lo único que te espera desde que naces hasta que mueres, es trabajar para subsistir. Los ricos son verdaderamente ricos, pero los pobres, no tienen nada, no existe término intermedio. ¿Te lo has imaginado alguna vez? ¿Has imaginado qué nos lleva a viajar en patera? ¿Por qué no lo intentas? Si estás dispuesto, olvida todo lo que ahora tienes y sumérgete en mi mundo.</div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5524435365110791376.post-5964613522409940572010-08-23T07:38:00.000-07:002010-08-23T07:38:50.624-07:00Roco<div class="MsoNormal"> </div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 24px;"><b><i><u><br />
</u></i></b></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><i><span style="font-size: 14pt;"> Le di todo mi cariño, fui su compañero de juegos, estuve a su lado en todo momento y sin embargo, aquí me encuentro, solo, muerto de frío y abandonado.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"> Soy Roco, un pastor alemán, el mejor amigo de Tom o, al menos, eso pensaba. Tom es un niño de diez años, llegué a su hogar cuando aún era un cachorro, él tendría apenas tres años. Desde aquel día, nunca nos habíamos separado, nunca nos peleábamos, yo le ofrecía mi compañía cuando estaba triste, siempre le escuchaba y éste me trataba muy bien.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Todos los días jugaba conmigo, no solía dar muchos problemas, pero cuando mis amos me regañaban, siempre me defendía aunque eso le perjudicara. Recuerdo que siempre tenía una sonrisa en los labios y nunca se enfadaba.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"> Me eché en un rincón del descampado en el que me hallaba y empecé a recordar aquel día…<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">…que hizo que todo cambiara, aquel día en que fui traicionado:<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"><<Mi amigo y yo jugábamos como todos las tardes con mi pelotita de goma. Él la lanzó muy fuerte y no pude cogerla. La pelota se estampó contra el delicado jarrón de grabados orientales que tanto le gustaba a mi ama. El estruendo sonó por toda la casa. La madre de Tom llegó muy enfadada y preguntó quién había sido.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 25.5pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 25.5pt; text-indent: -18.0pt;"><span style="font-size: 14pt;">-<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"> </span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">¡Ha sido Roco, mamá!-dijo Tom asustado.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"> Yo ladraba una y otra vez en señal de protesta, pero mi ama no me hizo caso y fue a golpearme enfadada. Instintivamente, mordí su mano. Cuando me di cuenta de mi error, se la lamí intentando buscar su perdón pero el padre, que había visto la escena, se acercó a mí gritando y me echó de la casa.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Me fui corriendo, arrepentido, dolido y sintiéndome traicionado. Me refugié donde pude intentando cobijarme del frío</span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">>><o:p></o:p></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Los días siguientes, fui en busca de alguien que pudiera darme comida, pero todos me miraban con desconfianza y me echaban allá donde iba.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"> Finalmente, tras varios días, agotado y moribundo, me eché en una esquina a esperar la muerte. Ya nada tenía sentido, no había lugar para mí en el mundo.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Lo último que recuerdo es que una noche, poco antes de morir, vi una silueta acercándose a mí y a pesar de la oscuridad supe que era él.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Moví el rabo contento y con mis últimas fuerzas, lancé un ladrido. Mi amigo tenía la cara llena de lágrimas, me abrazó y no paraba de repetir una y otra vez la misma frase:<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">-Perdóname, por favor.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Le lamí la cara y me acurruqué en sus brazos…<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Ya no puedo recordar nada más, solo que cerré los ojos y todo acabó.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"> Estoy muerto sí, pero nunca me iré del todo. Desde el cielo estaré cuidando de él y no habrá día que no piense en mi pequeño amigo.<o:p></o:p></span></i></b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8n7q8kp4lkSA6ufyh-z25Hc9ME-xW62KRliqdHXNIUjzJXJNMC4OKg9EgiHide-wb1HMXpj9_XJpbTb6vcWxtCIAgjO3pEac3JhKNuPbjKjd2vcQUCQ553vvRiRpk-3Uw05ITMx7RWzg/s1600/pastor-aleman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8n7q8kp4lkSA6ufyh-z25Hc9ME-xW62KRliqdHXNIUjzJXJNMC4OKg9EgiHide-wb1HMXpj9_XJpbTb6vcWxtCIAgjO3pEac3JhKNuPbjKjd2vcQUCQ553vvRiRpk-3Uw05ITMx7RWzg/s320/pastor-aleman.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt;"><o:p><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: red;">Nota: Esta historia la escribí hace un par de años, así que no sé si será muy buena. En caso de que consideréis que no, perdón por el tiempo perdido amigos/as ;)</span></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Natsukihttp://www.blogger.com/profile/17318899222210069733noreply@blogger.com7