(Naima)
-¡Por favor, espera!- digo entre jadeos.
- Oh sí, ¿quién querría perderse el espectáculo? La próxima vez que estéis tan acaramelados ese imbécil y tú, avísame y me cojo unas palomitas-la voz de Andrei suena entrecortada por la rabia.
- Oh sí, ¿quién querría perderse el espectáculo? La próxima vez que estéis tan acaramelados ese imbécil y tú, avísame y me cojo unas palomitas-la voz de Andrei suena entrecortada por la rabia.
-¿Y a ti qué te importa? ¡Soy libre, no tengo porque dar explicaciones de lo que hago a nadie!
Me muerdo la lengua para no seguir hablando, sólo estoy empeorando las cosas.
- ¿Entonces por qué has salido corriendo detrás de mi? ¿No será que necesitas darte explicaciones a ti misma? Antes de salir corriendo como una loca, piensa en si lo haces para arreglar las cosas o para meter baza, porque no me apetece discutir mientras “tu amado” lloriquea por ti. Ya sabes donde está la puerta.
Vale, es hora de tragarse el orgullo. Suspiro.
- Para tu información no es “mi amado”. No entiendo porque te pones así. Siento mucho haberte gritado antes-noto los ojos húmedos.
Su expresión se dulcifica. Después, pega un puñetazo en la pared.
-Tengo que aprender a controlar mi carácter. El que lo siente soy yo, fui demasiado duro pero no voy a decirte que me arrepiento de lo que he dicho. Una de dos, o te has dado cuenta y me torturas o eres demasiado ingenua.
-¿Darme cuenta de qué?
Me coge por la muñeca y me apoya contra la pared.
- ¡No quiero que Gabriel te ponga un dedo encima nunca más! Dime, ¿qué es él para ti? O mejor, ¿qué soy yo?
La presión sobre mi muñeca aumenta, empieza a dolerme. Levanto la cara y sus profundos ojos azules, tiernos y acusadores al mismo tiempo, me hacen bajarla de nuevo. No puedo responder a su pregunta porque es algo que ni yo misma sé.
- No puedo elegir, los dos sois importantes, una parte de mí. No me obligues a excluir a una pieza del puzzle. Sin embargo, de algo estoy segura, te quiero. Y a Gabriel también.
De nuevo, aprieta con más fuerza mi muñeca. Se acerca a mí de tal manera que su rostro y el mío, están a pocos centímetros.
- Me haces daño- su agresividad disminuye. Sus ojos, siguen fijos en mí.
Permanecemos así unos segundos que a mi me parecen eternos. Con un movimiento preciso y delicado besa mis labios. No me resisto. El beso, en un principio tímido y suave, se torna cada vez más apasionado, agresivo. Nos abrazamos sin separar nuestros labios que más tarde, rozan mi nariz, mejillas y cuello, mientras mis dedos se hunden en su cabello.
- ¿Entonces por qué has salido corriendo detrás de mi? ¿No será que necesitas darte explicaciones a ti misma? Antes de salir corriendo como una loca, piensa en si lo haces para arreglar las cosas o para meter baza, porque no me apetece discutir mientras “tu amado” lloriquea por ti. Ya sabes donde está la puerta.
Vale, es hora de tragarse el orgullo. Suspiro.
- Para tu información no es “mi amado”. No entiendo porque te pones así. Siento mucho haberte gritado antes-noto los ojos húmedos.
Su expresión se dulcifica. Después, pega un puñetazo en la pared.
-Tengo que aprender a controlar mi carácter. El que lo siente soy yo, fui demasiado duro pero no voy a decirte que me arrepiento de lo que he dicho. Una de dos, o te has dado cuenta y me torturas o eres demasiado ingenua.
-¿Darme cuenta de qué?
Me coge por la muñeca y me apoya contra la pared.
- ¡No quiero que Gabriel te ponga un dedo encima nunca más! Dime, ¿qué es él para ti? O mejor, ¿qué soy yo?
La presión sobre mi muñeca aumenta, empieza a dolerme. Levanto la cara y sus profundos ojos azules, tiernos y acusadores al mismo tiempo, me hacen bajarla de nuevo. No puedo responder a su pregunta porque es algo que ni yo misma sé.
- No puedo elegir, los dos sois importantes, una parte de mí. No me obligues a excluir a una pieza del puzzle. Sin embargo, de algo estoy segura, te quiero. Y a Gabriel también.
De nuevo, aprieta con más fuerza mi muñeca. Se acerca a mí de tal manera que su rostro y el mío, están a pocos centímetros.
- Me haces daño- su agresividad disminuye. Sus ojos, siguen fijos en mí.
Permanecemos así unos segundos que a mi me parecen eternos. Con un movimiento preciso y delicado besa mis labios. No me resisto. El beso, en un principio tímido y suave, se torna cada vez más apasionado, agresivo. Nos abrazamos sin separar nuestros labios que más tarde, rozan mi nariz, mejillas y cuello, mientras mis dedos se hunden en su cabello.
Me separo de él y apoyo la cabeza en su hombro mientras me abraza. Me siento aún aturdida por la magia del momento, desearía que se parase el tiempo, sin embargo, me siento culpable por Gabriel…
Suspiro y decido disfrutar del momento.
En ese mismo momento, llegó Hassan. “Vaya, llevo aquí dos días y ha pasado de todo. Parece que aquí nadie se aburre”
Suspiro y decido disfrutar del momento.
En ese mismo momento, llegó Hassan. “Vaya, llevo aquí dos días y ha pasado de todo. Parece que aquí nadie se aburre”
Twin:)) Me encanta! Dios, es que soy ADICTA a tu historia. Espero que subas ya el 9. Aunque tenemos que retocar el decimonoveno capítulo, no crees? tequié.L
ResponderEliminarP.D: Ya está el relato del concurso en mi blog. Pásate y comentas geme;)
Jajajajaja muchas gracias gemela! Yo también soy adicta a la tuya, ya lo sabes ;) Ahora mismo me paso y comente ;) Te quieroo (L)
ResponderEliminarGuapaa me gusta muchoo! Me alegro que hayas vuelto a escribir (y veo que vienes con mas ganas que nunca!) jajaja publica prontito el proximoo! Un besitoo :)
ResponderEliminarme encantaa guapisimaa ya no me acordabaa pero sta geniaal el capituloo kiero els iguientee yaa!! bss =) avisamee
ResponderEliminarguau es increible me he leido tu historia y la adoro XD adoro a hassan es tan gracioso XD el ultimo comentario me ha encantaado al igual que me encantan noelia y addaee :( eso si me da una pena gabriel:( si es que elegir entre dos hombres tan maravillosos es dificil XD a y tengo ganas de saber como sigue el siguiente capitulo (LL) un besazo
ResponderEliminarMuchas gracias a todas! ^^
ResponderEliminarAYYYYY!!!!!!! Estoy oficialmente enganchada a tu historia. Andrei...(me encanta)...pero me da pena Gabriel. Y Hassan, siempre le da el toque de humor a la historia
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