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Soy Espe, tengo 14 años. Mi nombre artístico es Natsuki (que significa Esperanza en japonés)Mi sueño es poder llegar a ser algún día escritora pero no sé si sirvo para esto, por eso, he creado este blog para averiguarlo y aprender de las críticas. Busco entretener y hacer pasar un buen rato a mis lectores =) Soy rubia, con los ojos azules, alta y de piel bastante blanca. Por cierto, espero que sea innecesario advertir que estas historias son de mi propiedad y que por tanto, nadie está autorizado a copiarlas/plagiarlas. Gracias =D

miércoles, 20 de abril de 2011

Capitulo 9: Ahora empieza mi nueva vida.

     

 Cada día me sentía más a gusto en la casa de acogida, adoraba cada centímetro de ella. Todas las mañanas, tras desayunar, me tumbaba en el césped cuyas pequeñas hojas bañadas por el sol, lanzaban destellos debido al reflejo del agua del riego y me ponía a pensar en todo y nada. Todo aquello que pudiera alegrarme el día. Nada que supiese que no podía cambiar.Dejaba volar mi imaginación hasta tocar las nubes.
6 am. Cuarto de los chicos. ¿Por que no dormía? Me era imposible. En dos horas empezaba el colegio y estaba más que con miedo, sumido en una mezcla de ansiedad e incertidumbre que anidaba en cada parte de mi ser y se enroscaba en mi mente como si de una enredadera se tratase. Me levanté de la cama y tras ducharme, peinarme, desayunar, lavarme los dientes, vestirme y similares quehaceres, ya eran las siete y media. Al parecer no era el único impaciente pues mis compañeros se encontraban en la entrada ya preparados, así que salimos juntos de la casa mientras Alicia, la directora, nos abrazaba, nos advertía sobre diversos peligros y nos recordaba la hora de la comida. Cuando llego a mi, vi en sus ojos la clara preocupación de una mujer cuyo hijo va a explorar algo nuevo, esa sensación me lleno de calma, me encantó.
El instituto solo distaba unos metros de la casa, así que no tuve que esperar mucho. La fachada, de un suave tono azulado, contrastaba con el gris del asfalto. La puerta, del mismo azul, en principio no era dispar de cualquier otra normal de las que sueles encontrar en las escuelas: doble, metálica, enorme, pero aquel edificio tenía algo magnético, sutil, inexplicable. Subí las escaleras lentamente, como midiendo mis pasos, mirando sin parar a mi alrededor, grabando cada detalle en mi cabeza....¡Ay!
Iba demasiado despistado para darme cuenta de que mis amigos me gritaban algo, hasta que sentí un leve dolor en el hombro y caí. Una muchacha de pelo castaño, ojos azul-grisáceo y cuerpo esbelto y definido, modélico, me fulminaba con la mirada. El embrujo que había sufrido, por el precioso instituto, había dejado mis sentidos en modo stand by.
- ¿Pero a ti qué te pasa nene? ¿Es que tengo monos en la cara?
- Lo siento, no me había dado cuenta. ¿Dónde estabas?
- Noooo ¿de verdad? Es que si te llegas a dar cuenta no estás vivo. ¡Estaba en la fuente y me has em-pu-ja-do!
- Iba despistado y como eres más baja que yo no te había visto.
- Encima me vacila, tu eres gilipollas pero así en plan guay, eh.
- No, no lo decía burlándome, perdona es que estoy muy nervioso, es mi primer día aquí- mis labios se curvaron en un intento de sonrisa que escondiese mi estado.
- Bueno, puede que te perdone pero porque me has pillado generosa- me sonrió.
- Jajaja el sarcasmo es lo tuyo.
- Yayayaya- su voz sonó tan graciosa que ambos nos echamos a reír.
- Me llamo Hassan, espero que aunque hayamos empezado con mal pie, podamos ser amigos.
- Eso depende de ti- sonrió traviesa- Yo soy Marta.
Se alejó sin decir nada más.
-Interesante esa chica pero ten más cuidado si te vas chocando por ahí no creo que hagas muchos amigos, tendrías que haberte visto la cara-Noelia se reía de mí mientras lo decía.
- Hoy todo el mundo está muy gracioso. ¿Va a nuestro curso?
- Qué va, es un año menor. Es bastante popular, suele ir siempre con tres chicas más y entre tú y yo, está bastante buena… Yo no digo nada pero ¿has visto como te ha sonreído?-Gabriel me dio un suave codazo mientras lo decía.
- ¿Ahora también voy a tener que explicarte cómo se sonríe? ¿Cómo quieres que me sonría? Déjame, no me interesan por ahora las chicas. Mi cultura no es como la vuestra, no se cambia de novia cada dos días y a las mujeres no se les permite ser tan lanzadas. No estoy acostumbrado a esto.
- Me encantaría quedarme aquí todo el día hablando sobre esa chica pero en cinco minutos tenemos Matemáticas y créeme Hassan, no te conviene llegar tarde a esa clase en tu primer día- nos avisó Naima.

No me entusiasmaba la idea de tener Matemáticas pero me apetecía seguir viendo el instituto y empaparme de todo lo que había en él.  Tenía miedo de que todo el mundo me mirase, miedo de no encajar, me sentía como un verdadero extraño. Mis nuevos amigos me trataban bien y me ayudaban a adaptarme pero ellos habían pasado por algo parecido mientras que las personas sentadas en sus pupitres, tan bien vestidas, con tantos caprichos que exigir, sin preocupaciones, no podrían ni imaginarlo. “¿Qué voy a hacer cuando llegue la hora de la oración?”. Ese pensamiento me agobió, no podía echarme al suelo en mitad de clase y rezar pero es mi obligación, mi religión.
El sonido del timbre ahuyentó mis pensamientos. Ya me preocuparía después.



Nota: El personaje de Marta está basado en una persona real, una amiga con el mismo nombre más conocida como Historias de Marutachan, la escritora de Desconocido.

domingo, 10 de abril de 2011

Capítulo 8: ¿Celos?

                          


(Naima)

-¡Por favor, espera!- digo entre jadeos.
- Oh sí, ¿quién querría perderse el espectáculo? La próxima vez que estéis tan acaramelados ese imbécil y tú, avísame y me cojo unas palomitas-la voz de Andrei suena entrecortada por la rabia.
-¿Y a ti qué te importa? ¡Soy libre, no tengo porque dar explicaciones de lo que hago a nadie!
Me muerdo la lengua para no seguir hablando, sólo estoy empeorando las cosas.
- ¿Entonces por qué has salido corriendo detrás de mi? ¿No será que necesitas darte explicaciones a ti misma? Antes de salir corriendo como una loca, piensa en si lo haces para arreglar las cosas o para meter baza, porque no me apetece discutir mientras “tu amado” lloriquea por ti. Ya sabes donde está la puerta.
Vale, es hora de tragarse el orgullo. Suspiro.
- Para tu información no es “mi amado”. No entiendo porque te pones así. Siento mucho haberte gritado antes-noto los ojos húmedos.
Su expresión se dulcifica. Después, pega un puñetazo en la pared.
-Tengo que aprender a controlar mi carácter. El que lo siente soy yo, fui demasiado duro pero no voy a decirte que me arrepiento de lo que he dicho. Una de dos, o te has dado cuenta y me torturas o eres demasiado ingenua.
-¿Darme cuenta de qué?
Me coge por la muñeca y me apoya contra la pared.
- ¡No quiero que Gabriel te ponga un dedo encima nunca más! Dime, ¿qué es él para ti? O mejor, ¿qué soy yo?
La presión sobre mi muñeca aumenta, empieza a dolerme. Levanto la cara y sus profundos ojos azules, tiernos y acusadores al mismo tiempo, me hacen bajarla de nuevo. No puedo responder a su pregunta porque es algo que ni yo misma sé.
- No puedo elegir, los dos sois importantes, una parte de mí. No me obligues a excluir a una pieza del puzzle. Sin embargo, de algo estoy segura, te quiero. Y a Gabriel también.
De nuevo, aprieta con más fuerza mi muñeca. Se acerca a mí de tal manera que su rostro y el mío, están a pocos centímetros.
- Me haces daño- su agresividad disminuye. Sus ojos, siguen fijos en mí.
Permanecemos así unos segundos que a mi me parecen eternos. Con un movimiento preciso y delicado besa mis labios. No me resisto. El beso, en un principio tímido y suave, se torna cada vez más apasionado, agresivo. Nos abrazamos sin separar nuestros labios que más tarde, rozan mi nariz, mejillas y cuello, mientras mis dedos se hunden en su cabello.
Me separo de él y apoyo la cabeza en su hombro mientras me abraza. Me siento aún aturdida por la magia del momento, desearía que se parase el tiempo, sin embargo, me siento culpable por Gabriel…
Suspiro y decido disfrutar del momento.


En ese mismo momento, llegó Hassan. “Vaya, llevo aquí dos días y ha pasado de todo. Parece que aquí nadie se aburre”

Hola a todos.

Hola a todos, como sabréis, he estado bastante tiempo inactiva, sin entrar a tuenti y sin publicar nada. Esto se debe a que los estudios y otros problemas me han impedido concentrarme en la escritura y tener tiempo para ello. Ya tengo escrito el capítulo 8 por lo que hoy lo más probable lo subiré. Espero poder subir más capítulos pronto, aprovecharé las vacaciones de Semana Santa.
Tengo miedo a que en este periodo de inactividad haya perdido seguidores y que la gente se haya desenganchado de mi historia por así decirlo, así que me gustaría que todos aquellos que aún me sigáis me lo digáis en un comentario. Gracias ;)